lunes, 24 de noviembre de 2014
Josep Xifré i Casas
Josep Xifré (1777-1856) fue un famoso indiano catalán que amasó su fortuna en Cuba, sobre todo, con el curtido de pieles y comerciando con azúcar y café. Cuando en 1831 decidió instalarse definitivamente en Barcelona, adquirió gran parte de los terrenos del actual Paseo de Isabel II y edificó la que se conoce como casa Xifré.
Dejando de lado los arcos inferiores, quien tenga la oportunidad de detenerse a admirar la fachada del edificio, no podrá evitar fijarse en la gran cantidad de relieves que contiene. Algunos hacen referencia a las indias, como los rostros de famosos navegantes que cruzaron el océanos en busca de nuevas tierras (Colón, Elcano, Magallanes, Pizarro...) o indígenas de las mismas; pero, a poco que observemos, aparecen motivos menos habituales. Incluso en los que relieves de temática marítima, se observan unos niños que recuerdan los angelitos de cuadros de Miguel Ángel o Rubens. Sin duda alguna, todo el conjunto tiene un propósito: transmitir la obra alquímica.
Urania coeli motus scrutatur et astra (El movimiento del cielo y las estrellas es observado por Urania) es el verso que aparece escrito justo debajo del relieve central donde aparecen Saturno-Cronos y Urania. El dios, sentado a la derecha, tiene agarrada una guadaña y se apoya en un reloj de arena; mientras, a la izquierda, la diosa sostiene en alto un compás y con su otra mano, más discretamente, un catalejo. El uno simboliza el plomo y caos alquímico, la otra la medición de las proporciones y la observación de la naturaleza. Detrás de Urania, aparece la esfera armilar, símbolo del atanor u horno de fusión alquímico.
El caduceo de Hermes es otro de los relieves de claro contenido alquímico que aparece en los relieves inferiores. Se trata de una vara entrelazada con dos serpientes que en la parte superior tiene dos pequeñas alas o un yelmo alado. Los alquimistas lo consideran el símbolo de la transmutación del mercurio en oro.
En definitiva, y para no alargame más, Xifré fue un masón que tuvo contacto - no sabemos si directo o indirecto - con la obra de Fulcanelli. Parece ser que su relación con Ferdinand de Lesseps, ingeniero constructor del canal de Suez y de Panamá, afincado en Barcelona en calidad de cónsul francés desde el 1942 al 1948 y hombre muy vinculado al hermetismo, permitió a Xifré estar en contacto con alguien relacionado con el alquimista.
Como anécdota, he encontrado en la hemeroteca de la Vanguardia un artículo del año 1925, de Buenaventura Bassegoda, en el que se comenta que había la intención de construir un observatorio astronómico en el edificio: por la temática astrológica de la casa Xifré, tampoco es de extrañar.
Bajo els Porxos d'en Xifré se encuentra el famoso restaurante Les 7 portes de gran simbología masónica: sólo tenemos con fijarnos en el suelo ajedrezado típico de las logias o las hojas de acacia en las decoraciones interiores.
También decir que fue el primer edificio fotografiado en España el 10 de noviembre de 1839. De hecho hay una placa conmemorativa indicando el hecho.
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